Hay que decirlo con claridad: La industria de la construcción es un gremio que ha venido relegado en el desarrollo tecnológico. Con algunas excepciones como por ejemplo los programas de cálculo estructural o de algunos otros diseños, las técnicas empleadas para planear, programar, presupuestar, y construir una obra en su gran mayoría son las mismas de décadas atrás y tienen solo un soporte básico en algún tipo de software que realiza tareas operativas pero que nunca integra los diferentes actores del proceso.

La mayoría de los proyectos que se encuentran en construcción hoy, tienen los mismos problemas que 40 años atrás tuvimos los que nos iniciábamos en este trabajo en ese entonces:

• Presupuestos de costos que generalmente se desvían.
• Planos arquitectónicos incompletos con muchas incógnitas sobre todo en los detalles, que deben resolverse en la obra sobre la marcha y que muchas veces implican incluso volver atrás para demoler y rehacer alguna parte de la obra ya ejecutada.
• Programas de obra muy ambiciosos, sin un estudio asertivo de los rendimientos, lo que que casi siempre conlleva a un mayor consumo de tiempo de lo previsto.
• Diseños técnicos deficientes o que no tienen en cuenta los cruces o colisiones entre ellos encontrándolos posteriormente en la obra en un momento ya muy inoportuno para buscar su solución.
•  Pliegos de licitaciones (públicas o privadas) con información incompleta que terminan en posteriores reclamaciones por parte de los contratistas.

De lo anterior, el común de la gente hace bromas frecuentes como la de si uno quiere saber cuánto va a costar realmente una obra, hay que contratar a dos empresas para que realicen cada una el presupuesto en forma independiente para luego en vez de compararlos, ¡sumarlos!

 O la certeza para muchos de que los tiempos ofrecidos para la entrega de un inmueble se van a desviar llegando en algunos casos casi que a duplicarse.

Un colega amigo creo que tiene razón al afirmar que cada vez que los constructores iniciamos una obra nueva nos volvemos a inventar la rueda, aduciendo a la falta de capitalizar experiencias anteriores en los futuros proyectos partiendo de nuevo de cero.

Afortunadamente esto está ya cambiando debido a la utilización de las nuevas tecnologías emergentes que vienen entrando aceleradamente al sector.

La primera y la más importante es:

BIM o Building Information Managment:

Nuevo sistema de trabajo colaborativo que parte de manejar un solo archivo o repositorio que contenga todos los diseños (arquitectónico, estructural, plomería, electricidad e instalaciones especiales) en un modelo en 3D que permita generar lo que ahora se llama un “gemelo digital” de la futura obra donde se visualicen todos los cruces, colisiones de elementos y diseños faltantes ANTES de iniciar las los trabajos.

De esta manera, se puede volver atrás en forma rápida en la etapa de planeación y resolver en conjunto entre los diferentes equipos, todos los cruces y detalles faltantes e incluso llegar a proponer por parte de alguno de ellos, cambios en ciertos diseños por otros que en su experiencia puedan ser más efectivos para el caso de cada proyecto.

De esta manera, el trabajo en equipo realizado a profundidad y en forma previa, oportuna, da frutos y permite llegar a la obra con un diseño completamente construible lo que lleva a presupuestos y programas de obra más asertivos.

El BIM no se queda solo en la etapa de planeación, también se está utilizando en la etapa de control después de que la obra inicia, brindando información real en 3D que puede ser comparada al detalle con la información inicial, lo que conlleva una mayor velocidad y oportunidad en las decisiones de ajustes que de todas formas siguen saliendo, aunque ya en mucha menor escala.

Con BIM se puede conseguir lo siguiente:

• Identificar y solucionar problemas potenciales en la etapa de planeación antes de que ocurran en campo. Esto permite una coordinación fluida entre los diferentes equipos, una eliminación de reprocesos y la detección temprana de conflictos
• Esto se traduce en un menor tiempo de construcción y en entregas más rápidas.
• La implementación del sistema BIM permite hacer más con menos recursos y lograr un trabajo mas confiable reduciendo el error humano.
• La automatización es el corazón de la tecnología BIM: Desde la generación de una documentación precisa y actualizada hasta la optimización de los procesos de diseño y construcción utilizando para ello software de vanguardia que simplifique las tareas complejas, aumentando la precisión y minimizando errores con procesos más eficientes, se logra la optimización de costos y  tiempos y la disminución de  los imprevistos.
• Esto a su vez disminuye la incertidumbre en los resultados para sus socios e inversionistas.

Sumado a lo anterior, hay otras herramientas complementarias como:

• La inteligencia artificial y el machine learning, que permiten analizar en detalle la data de obras anteriores realizando un “aprendizaje” para usarlo en los nuevo proyectos.
• La impresión en 3D que permite “construir” en forma rápida y confiable una vivienda a partir de inyectores con esta tecnología.
• La realidad aumentada que permite “ver” en forma inmersiva los diseños antes de su construcción mejorando su comprensión.

Las herramientas anteriores nos muestran un futuro bien diferente en el sector con una transformación profunda. Quien no se monte en este tren en poco tiempo va a quedar relegado por la competencia.

Si bien la tecnología BIM fue ideada a nivel investigativo en la década de los 70s, y su primer software “Archicad” salió a la luz en 1980, ha sido solo en los últimos 10 años que se ha extendido en forma abrupta.

A la fecha actual (febrero 2.024), las grandes constructoras tiene todas incorporado un equipo de expertos en BIM en su organización y rápidamente están dejando atrás los diseños tradicionales en 2D.

Las licitaciones públicas cada vez mas están solicitando esta técnica en sus pliegos.

Las empresas medianas y pequeñas van más atrás debido a los costos de licenciamiento que tiene el esquema, principalmente con los altos precios de los pagos anuales que exige  AUTODESK la firma líder en desarrollo de software para este sistema.

En la actualidad existe un grupo de programadores a escala mundial trabajando en lo que se conoce como el “Open BIM” o programas de código abierto que permitan desarrollar herramientas con esta tecnología, pero sin los costos de licenciamiento explicados atrás. Seguramente esto va a ayudar a generalizar mas esta nueva técnica.

¡Bienvenido al futuro!

Finalmente el sector poniéndose al día en tecnología. ¡Ya era hora!